La multitud aplaudió y vitoreó al mago, y Harry fue
obsequiado con las obras completas de Gilderoy Lockhart.
Tambaleándose un poco bajo el peso de los libros, logró abrirse camino
desde la mesa de Gilderoy, en que se centraba la atención del
público, hasta el fondo de la tienda, donde Ginny aguardaba
junto a su caldero nuevo.
- Tenlos tú -le farfulló Harry, metiendo los libros en el caldero-
Yo compraré los míos...
- ¿A que te gusta, eh, Potter?, dijo una voz que Harry no
tuvo ninguna dificultad en reconocer.
Se puso derecho y se encontró cara a cara con Draco
Malfoy, que exhibía su habitual aire despectivo.
- El famoso Harry Potter.
Ni siquiera en una librería puedes dejar de ser el
protagonista.
- ¡Déjale en paz, él no lo ha buscado!
replicó Ginny.
Era la primera vez que hablaba delante de Harry.
Estaba fulminando a Malfoy con la mirada.
- ¡Vaya, Potter, tienes novia!
dijo Malfoy arrastrando las palabras.
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